10 errores a evitar al hacer kombucha casera

Hacer kombucha en casa es muy fácil. En esta receta os explico paso a paso como se puede hacer kombucha casera. Al principio puede parecer difícil, pero se trata de empezar, cumplir los pasos meticulosamente y tener en cuenta algunos consejos.

Sin embargo, sobre todo al principio puede pasar que la bebida fermentada no tenga el sabor deseado o incluso que el hongo forme moho.

Si evitas los siguientes errores al hacer tu kombucha, verás que te saldrá una bebida súper rica con todos los beneficios y propiedades que la kombucha ofrece:

Error 1 - Falta de higiene

El hongo de kombucha, el llamado scoby, es una mezcla de bacterias y levaduras. Son organismos muy sensibles a cualquier contaminación de fuera. Si estas sustancias bioactivas reaccionan con otras bacterias pueden tener efectos negativos. Por consecuencia se puede crear moho lo que hace que la kombucha ya no sea bebible.

Lo más importante al hacer kombucha casera es cumplir algunos estándares de higiene.

Lávate bien las manos antes de empezar y repitelo durante el proceso siempre antes de tocar el hongo.

Procura que los utensilios estén bien lavados con agua muy caliente antes de utilizarlos.

¡Ojo! El jabón también daña el cultivo bacteriano. Hay que lavar los recipientes de fermentación siempre con agua caliente y asegurarse que no queden restos de detergente.

El hongo de kombucha te agradecerá un ambiente limpio.

Error 2 - Meter el scoby en té caliente

Ya sabes que el cultivo de bacterias y levaduras es sensible. Si el té en el que se coloca el scoby está demasiado caliente, las bacterias y levaduras buenas se dañan y se matan. Esto significa que el scoby ya no es capaz de fermentar. Si el té está a temperatura de ambiente (20-25° C), puedes estar seguro de que no le pasará nada y que saldrá todo bien.

Error 3 - Usar utensilios no adecuados

El uso de recipientes o utensilios no adecuados puede contaminar la kombucha y dañar el scoby.

El metal y la kombucha no son amigos.

Los ácidos orgánicos formados por el hongo del té pueden reaccionar químicamente con el metal.

Lo ideal es utilizar tarros grandes de cristal. Una de las ventajas de utilizar recipientes de cristal es que se puede observar el proceso de fermentación. En este artículo puedes leer más sobre los utensilios perfectos para hacer kombucha en casa.

Error 4 - No tapar bien el recipiente de fermentación

Aunque la kombucha necesita oxígeno durante la fermentación, el recipiente en el que madura debe ser cubierto con un paño o 2 hojas de papel de rollo de cocina. De lo contrario, cualquier factor externo que pueda entrar, puede contaminar la kombucha y dañar el scoby.

Error 5 - Usar demasiado poco azúcar

Cuando empecé a hacer mi propia kombucha viendo diferentes recetas, me asusté muchísimo con la cantidad de azúcar que se utiliza. No me podía imaginar que esto se conviertiese en una bebida saludable. Después de leer más sobre el proceso de la fermentación, entendí que el azúcar en realidad es para el scoby. Los microorganismos del hongo del té se alimentan de ese azúcar. El scoby necesita el azúcar para producir los ingredientes saludables de la kombucha. El azúcar se metaboliza durante la fermentación. Y lo bueno: En el producto final apenas queda azúcar. La kombucha final contiene ácidos orgánicos y vitaminas y muy poco azúcar. Como referencia se puede poner 100 g de azúcar por 1 litro de té, pero también puedes jugar un poco con esta cantidad y probar como te sale con un poco de menos. Como mínimo pondría unos 80 g por litro. Si no, el scoby no tiene suficiente “comida” y, por lo tanto, no inicia bien el proceso de fermentación.

Error 6 - No tener el entorno correcto para la kombucha

Hay que tener el ambiente perfecto para hacer kombucha. El humo daña el scoby, lo que quiere decir que no se debe fumar ni en la cocina ni en la habitación en la que se almacena la kombucha. La kombucha necesita calorcito, pero no aguanta bien el sol directo. Por otro lado, hay que guardarla lejos de fuentes potenciales de moho como la fruta, verdura o el pan.

Error 7 - Temperatura no adecuada

Durante la fermentación, la kombucha debe mantenerse a una temperatura de ambiente de al menos 20 grados.

La temperatura ideal para almacenar la kombucha son 23 grados.

Cuanto más caluroso sea el entorno, más rápido se producen los procesos químicos, es decir antes empieza el proceso de fermentación. A más de 25 grados la kombucha madura muy rápidamente. Es recomendable no exponerla a altas temperaturas durante varias semanas. No obstante, no hay problema en hacer kombucha durante los meses de verano. ¿Qué pasa en invierno? Por debajo de 19 grados la fermentación se hace mucho más lenta.

Error 8 - Tiempo de fermentación equivocado

Hacer kombucha requiere un poco de paciencia. El tiempo de fermentación es de entre 6 a 14 días dependiendo de la temperatura (ver punto 7). En verano, la kombucha se fermenta múy rápido, en invierno, puede tardar un poco más de tiempo. El tiempo de fermentación también depende del gusto. Si quieres que la kombucha sea un poco más dulce, la fermentación es más corta que si prefieres una bebida final más ácida y más gaseosa.

Error 9 - Compartir scobys que están malos

Compartir el hongo de kombucha con amigos tiene sentido, porque el hongo crece constantemente. O dos scobys se unifican y se convierten en uno o se crea uno nuevo. Este nuevo lo puedes regalar a amigos junto con un poco de líquido iniciador. La clave aquí es asegurarte que el hongo esté sano. Si su consistencia es gelatinosa y el olor es ligeramente ácido está todo en orden. Si huelo mal o si hay trozos negros en forma de moho ya no está bien y es recomendable no seguir utilizándolo.

Error 10 - No cuidar los scobys adecuademente

Como sabes con cada lote de kombucha que haces, se crea un nuevo scoby. El scoby nuevo crece hacia arriba. Su color es más claro. Se crea una capa más ligera encima del scoby “viejo”. Si el scoby se pone demasiado grueso, puedes quitar la capa oscura inferior y tirarla.  







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