10 alimentos a evitar en una dieta antiinflamatoria

10 alimentos que promueven la inflamación en el cuerpo

Las enfermedades inflamatorias crónicas están expandiendo cada vez más en el mundo occidental. Se considera que las costumbres de la dieta occidental son una de las mayores causas de la inflamación y de muchas enfermedades crónicas provocadas por ella. Hace tiempo se empezó a estudiar el vínculo entre la inflamación y el estilo de vida.

La inflamación puede ser la consecuencia de una dieta baja en sustancias vitales y excesivamente ácida, el estrés excesivo, el déficit de sueño, la falta de ejercicio, la falta de luz solar, así como las toxinas ambientales, los alérgenos, las bacterias, los virus y los hongos.

Una inflamación es la respuesta natural del organismo al estrés tanto físico como mental.

Los procesos inflamatorios permanentes muchas veces son causados por un estilo de vida no saludable.

Cuidando la alimentación mínimamente ya se puede hacer mucho. No se trata de comer ya solo verduras y hortalizas, sino cuidar la dieta, comer equilibradamente y sobre todo saber que alimentos se debe consumir y evitar si padeces de una enfermedad crónica o si quieres reducir una inflamación aguda.

Ser consciente ayuda a elaborar y seguir la dieta antiinflamatoria perfecta.

Ser consciente ayuda a elaborar y seguir la dieta antiinflamatoria perfecta.

Nuestra dieta suele estar sobrecargada de harina de trigo, azucares refinados, proteínas de animales y grasas inferiores. Son alimentos que alteran el equilibro ácido-base y bajos en vitaminas y minerales.

Estos 10 alimentos se deberían evitar si estás haciendo una dieta antiinflamatoria para reducir la inflamación

1. Azúcar

Azúcar y la inflamación

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no se deben consumir más de 25 gramos de azúcar por día.

El azúcar es probablemente la causa número 1 de los procesos inflamatorios. Da igual si es azúcar blanco, azúcar moreno, jarabe de agave o la fructosa: Todos tipos de azúcares pueden aumentar la inflamación. ¿Cuál es el problema? El azúcar está presente en un número increíblemente alto de alimentos. Hace falta mucha voluntad y un cuidado y una atención especial para reducir la cantidad diaria de azúcar. Demasiado azúcar en la sangre hace que el cuerpo libere péptidos proinflamatorios, las llamadas citoquinas que aumentan la inflamación. Aparte del sobrepeso que puede ser producido por consumir demasiado azúcar, el azúcar muchas veces también es responsable para irritaciones de piel. Incluso una pequeña cantidad de azúcar puede reaccionar con la proteína de la piel, pegándose a las fibras de colágeno y causando la aparición de granos en la piel. ¡Cuanto menos azúcar consigas ingerir, mejor!

2. Alimentos procesados industrialmente

Alimentos industrialmente procesados y inflamación

Los alimentos altamente procesados y modificados industrialmente pueden ser una causa de la inflamación.

El mayor problema de los alimentos procesados industrialmente es que no solemos conocer exactamente qué contienen. Se les añade sustancias para cambiar su sabor o hacerles más duraderos. Entre los ingredientes aparecen azúcares, sales, conservantes y/o aditivos que alteran la naturaleza original de los alimentos y que causan la inflamación. Algunos ejemplos para alimentos procesados son: Galletas, Dulces, Embutidos, Pizzas congeladas, Patatas fritas, Snacks, Refrescos, Alimentos precocinados etc.

3. Aditivos y conservantes

Aditivos, conservantes y inflamación

Los conservantes “conservan” nuestras enfermedades.

El hecho de que la comida precocinada no sea saludable no es nada nuevo. Los aditivos glutamato monosódico y aspartamo causan inflamación en el cuerpo. Muchos alimentos procesados contienen los llamados emulsionantes (aditivos). Estas sustancias pueden cambiar la flora intestinal y así causar inflamación en el intestino.

4. Productos de trigo

Trigo y inflamación

El gluten que está presente en el trigo (entre otros) estimula las enfermedades autoinmunes.

Las proteínas del trigo pueden causar inflamación en los intestinos, ¡incluso una inflamación crónica! Sin embargo, no siempre tiene que ser gluten. Las proteínas del trigo, conocidas como inhibidores de la tripsina amilasa (ATI), pueden desencadenar reacciones inmunológicas en el intestino, que pueden propagarse desde el intestino a otros tejidos del cuerpo. Por supuesto, esto no significa que todos reaccionen negativamente al trigo. Sin embargo, el consumo de cantidades grandes y frecuentes pueden causar algún proceso de inflamación.


5. Alcohol

Alcohol y inflamación

El alcohol suele ser la causa de la inflamación del páncreas (pancreatitis) y de la inflamación del estómago (gastritis).

Con el aclohol se aumenta la probabilidad de que se produzcan enfermedades del músculo cardíaco e hipertensión arterial. El alcohol es un veneno para los nervios y puede dañar la piel, atacar el sistema inmune y promover la inflamación. El consumo debe ser restringido tanto como sea posible, especialmente si ya existe una inflamación en el cuerpo. 

6. Productos lácteos

Productos lácteos y inflamación

Todas las grasas de origen animal contienen ácido araquidónico, una sustancia que promueve la inflamación en el cuerpo humano.

Todos los productos lácteos contienen caseína, que puede causar inflamación y dolor en el cuerpo. Además, los ácidos grasos saturados de los productos lácteos, la mantequilla y el queso pueden ser la causa de la inflamación. Mejor utilizar alternativas de origen vegetal como la leche de almendras o la leche de anacardo.

7. Carne

Carne y inflamación

La carne contiene, igual que los productos lácteos, el ácido araquidónico que promueve los procesos inflamatorios en el cuerpo.

El llamado ácido araquidónico se produce en todos los organismos animales a partir del ácido graso esencial omega 6, el ácido linoleico, que se encuentra en la carne. Este ácido araquidónico aumenta la inflamación en el cuerpo, por lo que es aconsejable evitar la carne (especialmente la de cerdo) para contrarrestarla. Lo que también es importante: Cuanto más ácidos grasos omega 6 se consumen, más ácidos grasos omega 3 se deben ingerir. Esto se puede hacer, por ejemplo, añadiendo aceite de linaza a la dieta. Aquí es importante saber que el cambio no se produce milagrosamente. En caso del reumatismo, por ejemplo, se podrá notar una mejora después de algunos meses sin comer carne, ya que el ácido araquidónico permanece en el cuerpo durante mucho tiempo.

8. Arroz blanco

Arroz y inflmación

El arroz descascarado (arroz basmati, arroz jazmín, arroz de grano largo) puede promover la inflamación.

El arroz blanco debe evitarse, al igual que los productos de cereales blancos, para contrarrestar o no promover la inflamación en el cuerpo. En su lugar, se debe consumir arroz integral o elegir un producto sustituto, como la quínoa, ya que contiene más y mejores nutrientes.

9. Ácidos grasos omega 6

Omega 6 y inflamación

El ácido graso omega 6 más común es el ácido linoleico, un inflamatorio significante.

Como ya se ha mencionado con el factor carne, demasiados ácidos grasos omega 6 son perjudiciales. Además del aceite de maíz, el aceite de girasol, la soja y la mayonesa también contienen ácidos grasos omega 6. Se debería reducir el consumo de estos alimentos y se debería aumentar el consumo de alimentos que contienen ácidos grasos omega 3 cómo por ejemplo: aceite de oliva, nueces, linaza y semillas de calabaza.

10. Sal refinada

Sal y inflamación

Demasiada sal es dañino para el cuerpo.

La sal refinada (sal de mesa) tiene una influencia negativa en el cuerpo. Esta sal contiene aditivos y productos químicos que pueden perturbar el intercambio de fluidos en el cuerpo, reducir el contenido de calcio en los huesos y causar inflamación. En lugar de la sal común, es mejor usar sal marina o sal del Himalaya. Los alimentos procesados también deben cuidarse de nuevo, ya que a menudo contienen mucha sal y, por lo tanto, deben evitarse. Un poco de sal es vital, pero demasiada es dañino para el cuerpo. La alta ingesta de sal puede provocar la presión arterial alta y el riesgo de enfermedades cardiovasculares aumenta. Los riñones, que excretan el exceso de sal, también sufren. Y la composición de la bacteria en el intestino, el microbioma, puede cambiar debido al exceso de sal. Para mantener sanos todos los procesos físicos y evitar las enfermedades inflamatorias crónicas, es esencial una dieta predominantemente alcalina con sustancias vitales antioxidantes como la vitamina A, la vitamina C y la vitamina E, el cobre, el selenio, el zinc y los ácidos grasos omega 3.

Si consigues controlarte y evitar estos 10 alimentos ya haces mucho para prevenir o reducir procesos inflamatorios en el cuerpo. Si quieres saber que alimentos combaten la inflamación, encuentras los top 10 alimentos antiinflamatorios aquí.

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