¿Cómo hacer kéfir de leche en casa?

¿Qué es el kéfir?

La palabra kéfir viene de la palabra turca "keyif" y significa "bienestar". Y el nombre no solo promete sino cumple las expectativas. La producción de kéfir tradicionalmente proviene del Cáucaso y ahora está conquistando más y más países en todo el mundo debido a sus propiedades beneficiosos para la salud.

El kéfir es una bebida de leche fermentada. El kéfir casero contiene algo de dióxido de carbono, bacterias de ácido láctico y alcohol (por medio de la fermentación) y tiene un sabor más agrio que el yogur. Tiene una consistencia líquida y algo viscosa.

Es un alimento muy saludable por su alto contenido en magnesio, calcio, fósforo, hierro, yodo y de las vitaminas B12, B2 y D. Son beneficiosos para los huesos, los dientes, los músculos, los nervios y para los tiroides. El kéfir es, además, un probiótico natural, ya que contiene bacterias del ácido láctico que son importantes para mantener la flora intestinal sana y para fortalecer así el sistema inmune. Más de 70% de las células inmunitarios se encuentran en el intestino. Una flora intestinal sana es, por lo tanto, importantísimo para una buena salud.

El contenido de nutrientes puede cambiar dependiendo de qué tipo de leche se usa para hacer el kéfir.

7 propiedades saludables del kéfir

1.     Tiene ingredientes muy valiosos

El kéfir contiene muchas proteínas, vitaminas B, K2 y D, hierro, ácido fólico y calcio.

2.     Es un probiótico natural

Las bacterias del ácido láctico del kéfir promueven una flora intestinal sana y apoyan así una buena digestión y un sistema inmunológico intacto.

3.     Tiene propiedades antibacterianas

Contiene la bacteria lactobacillus kefiri y el carbohidrato kefiran. Ambos tienen un efecto antibacteriano y protegen el cuerpo contra posibles infecciones. Existen numerosos estudios que demuestran lo beneficioso que es esta bacteria para la flora intestinal y el sistema inmune y pueden prevenir el crecimiento de bacterias dañinas como la salmonela o el E. Coli y prevenir enfermedades de tal manera.

4.     Mantiene los huesos sanos

El kéfir de leche entera es una buena fuente de calcio y contiene vitamina K2. La vitamina K2 modifica las proteínas para que puedan unirse al calcio. Por lo tanto, la vitamina K2 desempeña un papel importante en la absorción del calcio en el cuerpo.

Tanto el calcio como la vitamina K2 ayudan a mantener los huesos sanos y a prevenir la osteoporosis. El desgaste del tejido óseo se conoce como osteoporosis. La osteoporosis es particularmente común en las mujeres mayores y aumenta el riesgo de fracturas de huesos. Hay estudios que demuestran que la vitamina K2 puede reducir el riesgo de fracturas óseas hasta en un 81%.

5.     Puede prevenir el cáncer

Investigaciones recientes sugieren que los probióticos contenidos en el kéfir pueden limitar el crecimiento de las células tumorales y, por lo tanto, proteger contra el desarrollo del cáncer. El cáncer es causado por la proliferación de células corporales dañadas, como las células tumorales. Los estudios científicos demuestran que los probióticos contenidos en el kéfir reducen la alteración de las células y, por lo tanto, limitan el crecimiento de las células tumorales.

6.     Puede ser consumido también por personas intolerantes a la lactosa

Las bacterias del ácido láctico del kéfir convierten la lactosa en ácido láctico y reducen así el contenido de lactosa de los alimentos. Esto hace que el kéfir sea bien tolerado por las personas con intolerancia a la lactosa.

7.     Protege contra los síntomas de la alergia

Una alergia es una hipersensibilidad del sistema inmunológico a ciertos alérgenos. Esto se manifiesta en reacciones alérgicas como un resfriado o dificultades respiratorias. Las personas con un sistema inmunológico débil son más susceptibles a las alergias que las personas con un sistema inmunológico fuerte.

El kéfir tiene propiedades antiinflamatorias y reductoras de alergias.

Un gran efecto secundario:

Los malos ingredientes de la leche, por ejemplo, las bacterias dañinas o simplemente los componentes difíciles de digerir (caseína, por ejemplo) son completamente descompuestos durante el proceso de fermentación. Por eso la producción de kéfir era tan popular antiguamente, ya que aseguraba que la leche no fuera dañina.

Las variedades de kéfir producidas industrialmente que se pueden comprar en el supermercado a menudo ya no contienen bacterias vivas de ácido láctico.

Para asegurarse de que el kéfir todavía contiene todos los ingredientes que promueven la salud, lo mejor es hacerlo en casa. Se ahorra dinero y no cuesta nada de tiempo.

¿Cómo hacer kéfir de leche en casa?

Para hacer kéfir de leche en casa hace falta tener nódulos de kéfir. Como no los encuentro en los herbolarios de mi barrio, los he pedido una vez en internet. Los nódulos siguen creciendo. Eso sí: Hay que cuidarlas bien para que no se mueran.

Estos nódulos de kéfir producen la bebida que es el producto fermentado final y se consideran un hongo milagroso. Si se alimentan adecuadamente, crecen cada vez más y producen constantemente más de la bebida de kéfir.

Ingredientes

  • 250 ml de leche (yo suelo coger leche entera fresca)

  • 4 g de nódulos de kefir

  • 1 botella de vidrio o 1 frasco de vidrio

  • 1 tela de algodón o 2 hojas de papel de rollo de cocina

  • 1 goma elástica ancha

  • 1 escurridor de plástico

  • 1 cuchara de madera o de plástico

  • 1 jarra de cristal

Preparación

Importante: Nunca toques los nódulos de kéfir con las manos. Sólo usa tus utensilios para tocarlos.

  1. Pon los nódulos de kéfir en un frasco de vidrio limpio y llénalo de leche. Los nódulos deben estar cubiertos uniformemente. Por cada proporción de nódulos tiene que haber 10 partes de leche. Pon un paño de cocina encima y ciérralo todo con la goma elástica.

  2.  Mantén el kéfir en un lugar oscuro durante 1-2 días. Dependiendo de la temperatura, el proceso de fermentación produce el contenido de alcohol: cuanto más caliente está, menos alcohol queda en el kéfir.

  3.  Vierte el kéfir a través del escurrido en la jarra de cristal y guárdalo en un lugar fresco.

  4.  Puedes lavar los nódulos de kéfir y reutilizarlos, o congelarlos con un poco de agua para almacenarlos si no quieres hacer más kéfir. Presta atención a la calidad del agua del grifo. Puede contener trazas de metales o mucho claro y por lo tanto puede dañar a los nódulos. Yo suelo lavar los nódulos una vez a la semana con agua embotellada sin gas.

¿Qué leche es la mejor para preparar kéfir?

El cultivo del kéfir no es particularmente exigente: crece y prospera en leche con un contenido normal de grasa (3,5 - 3,8%) y un contenido reducido de grasa (1,5%), en leche orgánica y en leche producida convencionalmente, en leche de vaca, de oveja y de cabra, en leche entera. Aunque parece que más conviene es prepararlo con leche fresca.

También hay variantes de kéfir con leche vegetal, como el kéfir hecho con leche de coco o de avena. Sin embargo, no contienen los mismos ingredientes que el kéfir de leche.

El kéfir se considera muy saludable porque estimula la actividad intestinal y contiene numerosos nutrientes.

Consejos para la elaboración y el cuidado del kéfir

Es importante tener en cuenta algunas cositas a la hora de preparar kéfir en casa.

  •  No utilices accesorios metálicos ya que puede dañar los nódulos de kéfir por el flujo de iones del metal.

  • No toques los nódulos de kéfir con las manos

  •  Asegúrate de que tus utensilios estén limpios y sin restos de detergente

  •  Dependiendo de la leche que uses, el kéfir tendrá un sabor diferente. Si el contenido de grasa es mayor, la bebida será más cremosa. La leche fresca debe ser calentada brevemente de antemano para reducir el contenido de gérmenes.

  •  A temperaturas más bajas, el contenido de alcohol de la bebida será más alto. Dependiendo de la temperatura y el tiempo de almacenamiento, finalmente será entre el 0,2 y el 2,0%.

  • El hongo del kéfir crecerá con el tiempo. Puede ser dividido y dado como un regalo. Si la bebida se vuelve demasiado acuosa, suele ser porque el hongo ha crecido demasiado o hay demasiados tubérculos en ella. A veces también puede ser porque la temperatura era demasiado alta.

  • El hongo es fácil de mantener. Si ya no lo necesitas o si te vas de vacaciones, por ejemplo, puedes congelar los nódulos con un poco de leche o, si solo te vas unos pocos días, puedes guardarlo en la nevera. Sin embargo, la primera bebida debe ser descartado después de un período de tiempo más largo o de nuevas culturas, porque no tendrá buen sabor.

Has visto que es súper fácil hacer kéfir en casa. Ya no hace falta gastarse dinero para comprar un producto que no está ni de lejos a la altura de la bebida casera.

Lo que suelo hacer de vez en cuando es apartar algunos nódulos de kéfir y regalarlos a amigos. Teóricamente principio un hongo de kéfir puede durar toda la vida.

¡A probar!

 

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